domingo, 25 de abril de 2010

El parque de los sueños

Por: Xavier A. Andocilla Rojas

Quisiera sembrar un arbolito

en el parque de los sueños,

construir ilusiones permanentes,

caminar por los senderos de la vida.

 

Quisiera destruir la amargura,

mirarte a los ojos

y contarte los relatos del cometa,

que conozcas sus esperanzas,

glorias y derrotas.

 

Quiero contarte los mitos de la realidad,

narrarte sobre el país de las maravillas 

y juntos descubrir las leyendas escondidas.

 

Quisiera en las noches

darte el beso de despedida,

que me despiertes en las madrugadas

para destruir a los fantasmas del pasado 

y enfrentarme a la fuerza de la mentira.

 

Quisiera sembrar un arbolito

en el parque de los sueños,

un roble grande y poderoso,

que este firme cuando lo observemos.

 

Un árbol florido,

condecorado con los matices 

del anhelo del rayo,

iluminado con las esperanzas

y las ilusiones de lo prohibido.

 

Quiero verte enfrentar tus quimeras,

percibir tus primogénitos pasos,

escuchar tus primeros versos,

caminar juntos en las derrotas

y defendernos de las victorias.

 

Espero que sientas mi seguridad,

que conozcas mi ideología,

que comprendas mi escabroso camino

y que seas parte de los soñadores,

de los jóvenes sin rostro.

 

Quiero que sepas,

que por ti vivo,

que por ti lucho,

que por ti me sublevo,

para que tengas un buen futuro,

que conquistemos el tiempo

y mantengas una vida bella,

en donde la necesidad ya no exista

y en donde todos seamos vistos por igual.

 

Quiero que conozcas el rojo amanecer

y que pintes de ilusiones tu corazón,

que tu mente sea poseído por la verdad

y no te dejes atrapar por la desilusión.

 

Quisiera sembrar un arbolito

en el parque de los sueños,

para que estemos siempre juntos,

libres pero juntos,

sinceros y alegres

pero siempre juntos.

 

Quito, abril  2010

Dedicado a un buen amigo, que continúe su lucha por conocer a su hijo

Reincidentes surgió de la lucha estudiantil


El nacimiento de la banda española de punk rock denominada "Reincidentes" data del año 1987, cuando Fernando Medina (cantante y bajista), Juan R. Barea (guitarra) y Manuel Pizarro (batería) deciden, tras disolverse Incidente Local  (banda en la que los tres habían coincidido), dar forma a la nueva agrupación.

Su explosivo debut en directo se realizó en la antesala del despacho del rectorado de la Universidad de la ciudad de Sevilla, en medio de la ocupación del centro de educación superior que se realizaba en la huelga estudiantil de aquel año, dejando sentadas las bases de su carácter luchador y reivindicativo cuya expresión transmitirían fielmente en sus canciones.

A través de Juanjo Pizarro, hermano del baterísta, la banda accede a la grabación de su primera maketa, la cual les permite intervenir en el primer concurso Rock de la Diputación de Sevilla (y último hasta el momento) en 1989, en el cual resultan vencedores, lo que les lleva a actuar como teloneros de La Frontera. La incorporación de Selu al saxo propicia al grupo un toque muy personal añadido a su punk-rock agresivo y acelerado de los comienzos. Ese mismo año la banda graba su primer LP, bautizado con el mismo nombre que el grupo, autoproducido y editado por la independiente Trilita. A pesar del pobre sonido, las primeras mil copias se agotan con rapidez, apoyado por las constantes incursiones que el grupo realiza por los gaztetxes de Euskadi, donde sus actuaciones comienzan a despertar interés, lo que les permite telonear a La Polla Records en su debut en Madrid.

De nuevo metidos en estudio, encargan la producción del segundo disco, Ni Un Paso Atrás, a Juanjo Pizarro. Durante la grabación del mismo la independiente vasca Discos Suicidas les ofrece la edición del álbum, que vería la luz en ese 1991. Con temas de la talla de Aprendiendo A Luchar, Móntate Una Estafa o Mili KK se consolidan en los circuitos radicales, principalmente de Euskadi, donde se han convertido en el grupo de fuera que más conciertos ha realizado en estas tierras, si bien los tiempos seguían siendo duros para esta banda de rock combativo. Tras la reedición de su primer disco por Suicidas, la grabación en 1992 de ¿Dónde Está Judas?, su tercer trabajo, marcará el ascenso definitivo de la banda. Cargado de himnos como La Historia Se Repite o Absentismo Laboral, en plenas celebraciones de la Exposición Universal y el V Centenario, la banda arremete contra ellas con un tema tan brillante y significativo como El Gran Engaño. Tras su edición Fernando es detenido como integrante de una campaña para boicotear dichos actos, mientras que Selu sigue el mismo camino tras ser confundido junto a unos amigos como un comando terrorista, en una operación en la que la policía llegaría a derribar la puerta de su casa. Estos hechos no hacen sino darle alas al grupo, que con una rabia aún mayor se embarca en una gira que les lleva a actuar por Cuba y México, mientras en nuestro estado el boca a boca les permitía alcanzar las 20.000 copias vendidas, editándose un video que recogía la intensidad de su directo. Tras regresar de América Selu decide abandonar el grupo inesperadamente, al cual se incorpora Finito De Badajoz como segundo guitarra, cambios que marcarán la evolución de la banda.

En 1993 Sol Y Rabia supone la consagración del grupo. Con una producción de lujo, masterizado en Londres, el disco aúna melodía y fuerza en temas tan fundamentales en la historia de Reincidentes como Resistencia o Jartos D’Aguantar, tema destacado en la película Historias del Kronen. La madurez adquirida les lleva a actuar por todo el estado, siendo invitados al primer festival Monstruos Del Rock D’Akí junto a bandas consagradas. Dos años más tarde del anterior disco, la salida de Nunca Es Tarde Si La Dicha Es Buena, supone el espaldarazo definitivo, situando a Reincidentes como uno de los grupos punteros de la escena nacional. Con creces el álbum más elaborado hasta ese momento, se suceden sin parar temas tan significativos como Vicio, Okupa, Cartas Desde El Asilo o Nazis Nunca Más, mientras la banda se embarca en una intensa gira por todo el estado, repitiendo actuación en el Monstruos Del Rock D’Akí. Tras ella llegó el conflicto. Grupo y compañía no se ponen de acuerdo para la renovación del contrato, y ante las expectativas la banda decide firmar con la multinacional BMG. Sin embargo, el contrato anterior les obliga a editar un disco para finalizarlo, por lo que graban un buen puñado de canciones que aparecen repartidas en Materia Reservada, de Suicidas, y en Te Lo Dije, con BMG, editándose ambos casi a la par en 1997, si bien éste segundo sería el que contendría los temas más destacados. La polémica rodea al grupo, acusado por sus seguidores más radicales, amén de su anterior compañía, de venderse a la maquinaria capitalista representada por la multinacional BMG.

La posterior gira a ambos lanzamientos se recogerá en un extenso doble directo, Algazara, con el que obtienen su primer disco de oro, a la par que Suicidas edita un recopilatorio de sus temas antiguos en plena guerra comercial. Tras dos años de continuar su incesante actividad en directo, sale a la luz en el 2000 ¿Y Ahora Qué?, álbum que refleja la madurez alcanzada por el grupo, dónde sus composiciones clásicas de punk-rock dejan paso a matices más rockeros e incluso heavys, con ¡Ay Dolores! como el más claro reflejo de una evolución que sitúa de nuevo a Reincidentes en el punto más alto del rock de este país. Un año más tarde La Otra Orilla, un EP benéfico, supone la ruptura con BMG, editándose bajo su recién creado propio sello. El nuevo trabajo se sitúa sorprendentemente en el primer puesto de las listas de ventas del país, obteniendo un nuevo disco de oro, que les lleva, tras participar en los más importantes festivales del país, con mención especial a la emotiva actuación del Viñarock 2001, con extenso homenaje a la memoria de Joey Ramone por parte de la banda sevillana, a ausentarse durante un año de los escenarios nacionales para preparar su nuevo trabajo, que verá la luz en el 2002 tras su gira por diversos estados latinoamericanos.

Las notas de Reincidentes son un canto de lucha y resistencia, su música esta basada en la cotidianidad de la vida, en la resistencia de los pueblos, sus notas son un tributo al combate que libran los pueblos del mundo entero.

jueves, 22 de abril de 2010

EPÍSTOLA DE LOS POETAS QUE VENDRÁN

Por:Manuel Scorza

Tal vez mañana los poetas pregunten:
¿por qué no celebramos la gracia de las muchachas?;
tal vez mañana los poetas pregunten:
¿por qué nuestros poemas
eran largas avenidas
por donde venía la ardiente cólera?.

Yo respondo:
por todas partes oíamos el llanto,
por todas partes nos sitiaba un muro de olas negras.
¿Iba a ser la Poesía
una solitaria columna de rocío?
Tenía que ser un relámpago perpetuo.

Mientras alguien padezca,
la rosa no podrá ser bella;
mientras alguien mire el pan con envidia,
el trigo no podrá dormir;
mientras llueva sobre el pecho de los mendigos,
mi corazón no sonreirá.

Matad la tristeza, poetas.
Matemos a la tristeza con un palo.
No digáis el romance de los lirios.
Hay cosas más altas
que llorar amores perdidos:
el rumor de un pueblo que despierta
¡es más bello que el rocío!
El metal resplandeciente de su cólera
¡es más bello que la espuma!
Un Hombre Libre
¡es más puro que el diamante!

El poeta libertará el fuego
de su cárcel de ceniza.
El poeta encenderá la hoguera
donde se queme este mundo sombrío.

miércoles, 7 de abril de 2010

JUDAS


Por JUAN MONTALVO

Decirle a un pobre "vuelve", es ya falta de caridad. No digas al pobre vuelve mañana te daré, cuando puedes dar ahora mismo, dice el Señor. Qué he de dar yo ahora ni mañana si las arpías me infestaron el pan? Llegó el tan reclamado cuadernito de Bogotá, llego como de muestra, con la grata notificación de que no podrá remitirse sino cuatro ejemplares por semana, a lo sumo. Para cuatrocientos cincuenta que yo había pedido, díganme los buenos aritméticos cuántas semanas necesito, y el mejor de ellos redúzcamelas a años, que mis matemáticas no son para tanto, ahí tienen ustedes, cautivos del Ecuador, que de una ciudad a otra de la misma República, la más libre y liberal de cuantas son repúblicas, no puede remitirse a una persona más de dos ejemplares de un opusculito no mayor ni de más peso que una hijuela de cáliz; pues teniendo en cuenta la generosidad de los reglamentos, el editor lo hizo tan pequeñito y liviano de cuerpo, como el autor lo había hecho humilde de espíritu. Si quiero que vengan en ocho o diez resmas los susodichos cuatrocientos, he de consignar en la administración de correos cien duros de porte, de esos que nuestros abuelos decían patacones, cuando privaban la chamberga colorada y la peluca. Con cien duros hago, aquí otra edición en menos tiempo, quedando a mi favor el engordarla día por día con mis ojos. Y no lo digo claro por no refranear en simple advertencia. No me pesa el que no puede venir el opusculillo; que lo hubiese leído algún literato de Bogotá me pesaría. Dios poderoso! Que será de mi, si he caído en esas tijeras de oro? Ya me hizo con ellas un amargo formidable, ya que yo hubiera dicho en alguna parte "de deveras": cuando me oiga decir por boca ajena "una carta que vosotros han leído a pesar mío, murió (Silvio Pellico) como mueren los ángeles, si murieran"; "Sin providencia no hubiera asesor ni cualidades", "el abad de lo que canta gasta". Desnaturalizando así hasta los refranes, que son dignos de la lengua; cuando me oiga, repito, estas y otras maravillas, anathema! Exclamará. Ese cuellisado de deveras no campea sino en Colombia, tierra de Libertad y pensamiento, de palabra y otras cosas: aquí he venido a ver su infame cara pizmienta; decirlo, nunca lo dije, para mi santiguada. En el país del Chimborazo y el Pichincha el vulgo suele regalarse con sainetes como estos, "de adrede", "derrada", "oigalén", "traigalén", "rosquituerto" y otros buenos boquiblios y maneras de la lengua castellana; pero ni el más impío ha comulgado jamás con este cerdoso "de deveras", que no empieza a infestar la tierra sino del Carchi para el norte.

El cajista es un avechucho tan perjudicial como socorrido: si el error fue suyo, el cajista; si fue del autor, el cajista ce pelé ce galeux. Este debe tenerlas duras, porque no hay quien no le sche mano a las barbas. Sombras de Franklin, Diderot, Beranger, impresos ilustres, cajistas sabios, perdonad este deshago involuntario....

Crítico tan generoso como ese benemérito colombiano, por fuerza había de ser comedido: él en persona se fue al Ecuador por las barbas del cajista: a los de Bogotá los tiene a la mano; menudito con ellos; y tanto mas riguroso, cuando que en vez de cruzar el país me hicieron cruzar el polo, como si yo hubiera sido más feliz que el almirante Lapeyrouse.

No he dicho "de deveras" ni en tiempos de mi mayor ignorancia, no he sentado el principio de que los ángeles están sujetos a la muerte; a mis ojos, nadie tiene mayor asesor, notario, tinterillo, tagarrote ni más chusmas del oficio con la providencia; mas declaro con la mano puesta sobre la "Filosofía de la elocuencia" de Capmany; los "Comentarios al Quijote" de Clemencin; el "Diccionario de galicismos" de Baralt; las gramáticas de Bello y Salvá, que las "apuntaciones críticas" de Don Rufino Cuervo son un venero de metal finísimo, y que él dio con la veta en las antiguas minas de Castilla. Este escritor lleva camino de parecerse al gran Don Andrés en lo de ser útil a los americanos; y cuando pensó que apuntaba solamente las imperfecciones del habla bogotana, compuso un precioso libro de importancia general; pues los defectos que corrige con tan desempadada pluma, son comunes a todas las repúblicas hispano-americanas, salvo ciertas bastardías de lenguaje que parecen tópicos de Funza, como el nefando ereis, embes de sois que usan tan poéticamente sus poetas.

II.- Volviendo a mi cuadernito, que por más señas se titula "El Antropofago" a la hora de hoy está quemado en Bogotá, ni merecía otra cosa ese templario. Renacerá de sus cenizas, con menos plumas de cuervo y algunas más de pavo real. Nada puede contra la ley de postas mi comisionado en bogotá a pesar de su benevolencia: pues si han esperado seis meses mis compatriotas, esperan otros tantos, que para con la eternidad son nada; y entreténganse por ahora con esta bagatela que les envío a modo de precursora Hela escrito, no tanto porque mis amigos lo creían necesario en vista del segundo pasquín de mis malhechores (cosas semejantes no requieren contestación), cuanto por vía de pasatiempo en esta Tebaida, donde solo por falta de barba espesa y luenga no soy ermitaño profeso.

Y aquí viene el acogerme a la tolerancia de los benignos contra el humor acedo de los que no pueden sufrir cosa que huela a vanistorio, cuando unos y otros den con una o dos acotaciones de algunos de los periódicos que en esta ocasión me han favorecido. Si mis enemigos lo echan todo a doce preciso es, no justo solamente, darles en el alma con pruebas de su sandez que les abrumen. De unas cosas no se sino el principio; otras apenas las entiendo ignoro las mayores, y siento que no adelanto nada en los conocimientos que forman la humana sabiduría. Más he echado de ver en mí después de muchas vanidades y soberbias, testimonios de la pequeñez del alma una rara y feliz inclinación a la modestia; si por la vía del estudio y la experiencia llego al fin a ser humilde, deberé a la desgracia lo que filósofos y santos no consiguen sino después de largas meditaciones y martirios. El efecto que en mi ánimo producen la petulancia y la ventolera de los otros, me pone de manifiesto que yo debo ser a los ojos de los cuerdos, lo mismo que a los míos son los necios, cuando me dejo decir aquellas ridículas necedades con las cuales grangeamos el calificativo de vanidosos. Si los varones perilustres, esos que se hallan en pleno goce de la admiración universal, desmerecen tanto con la soberbia bien o mal expresada, ¿qué será con unos medios cucharas como nosotros, qué no somos gentes sino a falta de hombre? Cuando yo vea en mi conciencia que ejercitó la modestia me detendré por superior a todos mis compatriotas; mas en tanto que me infestan el pecho ciertos rezagos de orgullo infundado y ciego, soy inferior a muchos.

III.- Aun cuando todo hubiera corrido a medida de mi deseo en la impresión y la remisión del cuadernito, siempre se hubiera marchado por el camino de Juan Hass. El fuego todo lo purifica, y lo mejor es que todo lo destruye. En habiendo un fuego que purifique sin destruir, yo les quemaría a todos mis compatriotas, principiando por mis más íntimos amigos. Pero no se trata de esto, sino de confesar humildemente un pecado, ni capital, sino de los de pacotilla, de esos que los cristianos, y sobre todo los católicos romanos, cometemos cada día para nuestra satisfacción: digo un acto de venganza, que en mi soberbia llamo castigo; por le cual no ha venido a ser injusta sino descubierta la inocencia del reo presunto. Y sabe él quien tiene la culpa? Sus amigos. Un falso amigo, un hombre aleve tiene derecho a exigir sinceridad, lealtad de parte de los suyos? No: el pérfido ande siempre con la barba sobre el hombro, por que así como él hace su mala guerra subterránea, así mismo le asestan a él los tiros a pecho retraído. Si llegué a persuadirme de la parte Espinoza en el pasquín, fue porque alguno de sus amigos se lo persuadió con unas gratuitas advertencias. Esto, sobre los motivos que yo tenía para juzgar mal de ese hombre, fue bastante para producir en mí el convencimiento a cuyo impulso le echó toda la ley. Pues han de saber ustedes que si no doy gracias a Dios de no ser santo, por lo menos es cierto que no lo soy del todo. El perdón a carga cerrada para los delincuentes me parece injusto y pernicioso. Tenemos en nuestra naturaleza una parte buena con la cual perdonamos y olvidamos, mas para qué es la mala sino para hacer sentir a nuestros enemigos que vivimos todavía? Dios sabe que yo no abuso de esta sombría facultad; pero sabe también que no siempre alzo del suelo la oreja del que me da la bofetada. La negación de Espinoza es por la imprenta nada hubiera podido en mi ánimo; otros y mejores datos le han arrancado de mis garras: y no me lo van a creer, yo bien quisiera aventarlo al cielo y dar con él en medio de los ángeles, si no fuera tan malo. El levantó la sangrienta bandera a la cual volarón a acogerse los malhechores, para esta conspiración que me ha de seguir hasta el sagrado reino del sepulcro. Más no fue de los de esta cuadrilla, y en mi olvido se salva. Si así como el papelito es una quisicosa fuera una obra maestra, todavía lo hubiera yo destruido; ni se dirá jamás que acuso sin fundamento, embisto sin provocación ni castigo sin justicia.

IV .- Si es verdad que Pancho Gómez ha ofrecido pasar el Carchi, le ruego no deje podrir tan saludable determinación. Venga como hombre de honor, esto es sólo, y me pondré a sus órdenes tan pronto como llegue. Si viene al frente de la consabida falange de mayordomos y cachicanes, el pueblo dará buena cuenta de los malhechores, tanto por mantener sus naturales fueros cuanto por acudir con la protección debida al huésped que no ha hecho sino granjear la estima de cuantos son sus miembros. No es lo mismo allanar la casa de un hombre desprevenido que no puede o no sabe defenderse que hacer el teatro de sus barraganías un pueblo de nación extraña, pueblo celoso de sus honras. Estas plantas, Pancho amigo, allá con los ejércitos del emperador Alifanfaron de Tropabama; que nos los hijos de la libertad tenemos el alma templada; y si no andamos en busca de peligro, pretendientes jactanciosos de las dificultades, llevamos siempre el rostro puesto a las indicaciones del honor. Sin el inconveniente que tú sabes, yo iría allá, por excusarte la molestia, si ya no me atuviera a la sonrisa antes que a una inmotivada exasperación. Hallado os le habéis el medroso, señores valientes; y el modo de pioneros en cobro "del rayo de mi palabra", según las de un diario del Perú, era ofrecer pasarme de parte a parte con esa lanvoacedes señores galanes, acabáis de perder al que queríades poner en salvo; pero a uno como yo las amenazas ni le acuitan ni le aíran; y el que obra con motivos que juzga buenos, en sus quicios se queda, sin variar las determinaciones de su ánimo. Con ese presupuesto, mantengo la moderación que había usado respecto a don Manuel, sin que las necias diligencias de los suyos sean bastantes para enconarme el pecho ni dar acedía a mis palabras. Yo se muy bien que nada han perdido esos señores con haber perdido mi amistad; pero han ganado algo en mostrárseme tan crueles por medio de la difamación? No era justo que por sostener la vanidad irritada del peor de ellos, los otros pregonasen falsedades que no me perjudican sino en la opinión artificial de los muy interesados en mi daño. La honra, la buena fama de los suyos defiendan los buenos aún a riesgo de la vida; la vanidad no merece sino despego: la indignidad, represión. El que habla mal ¿obrara bien? El que obra mal ¿hablara bien?

V.- El ilustrísimo y reverendísimo José Ignacio, arzobispo de Quito, espera sin duda que yo le defienda de la acusación más grave que puede hacerse a un sacerdote, del cargo más terrible que se ha hecho jamás a un prelado de su categoría.- la prevaricación. Como algo redundase contra mí de su temeridad no se recelaron sus detractores de dar a entender claramente que el arzobispo había revelado el secreto del tribunal de la penitencia, o poco menos; pues sólo a su murmuración criminal pudieran haber debido los impíos el conocimiento de esas desgracias mías que pregonaron por la imprenta. El señor Checa sabe sin duda que no se contestan pasquines, pero como eclesiástico instruido sabe también que Sixto V, uno de los pontífices más grandes, le hizo cortar las manos y la lengua al que le había difamado? Marcos Espinel que hizo escribir el pasquín, León Mera que lo escribió, Mariano Mestanza que lo mandó publicar, con manos y lengua se hallan todavía, y harto nos lo darán á conocer en adelante.

Yo quisiera saber qué hubiera hecho Bossuet, en el propio: una turba desaforada de bribones se levanta, pero bribones visibles algunos de ellos, que en tiempos calamitosos para el reino han sido pares de Francia, cancilleres y señores de muchas órdenes; y sin miramiento ninguno a su alta mitra, le imputan el haber descubierto los secretos de un penitente: se queda Bossuet callado y se contenta con llamar "perverso" sotto voce a sus detractores? Yo veo desplegar las alas el águila de Meaux y en vuelo sublime levantarse al firmamento. No contesta a los infames; pero de allí toma ocasión para asombrar al mundo con un pastoral que arde envuelta en el fuego sagrado. Y sino ¿dónde el púlpito, tribuna del sacerdote, tribunal del juez delegado de Dios? De allí, como del Gazirin, se llama a los escogidos; de allí, como del Heval, se maldice a los réprobos y se le ofrece de dar lecciones de moral al pueblo, debe ser para él un feliz acontecimiento. El señor Checa, arzobispo de Quito, otorgó con el silencio la horribles falsedades de sus enemigos y los míos? No sabe que quien calla otorga? Si todo lo mintieron, desde la confesión, no era razonable que él dejase prestada su cabeza para que en ella me inmolasen. ¿Prestar la cabeza un arzobispo para que en ella inmolen a un cristiano?

Yo sé que ese hombre es bueno: mansedumbre, timidez falta de fuego en el espíritu. Por dicha al cielo se sube también sin alas.

VI.- Después de impreso este cuaderno con sus notas me escriben de Quito que el memorable Mestanza "no ha pedido salvo conducto". Si el hecho de haberlo pedido era inexacto, sobre el doctor Alvarado: cuatro personas, a cual más verídica, me comunicaron la comisión que decía tener este señor, afirmando que se hallaba en sus manos la carta de dicho Mestanza a García Moreno, por medio de la cual lo solicitaba. Lo mas probable es que la solicitud no haya sido bien acogida, y se la quiera negar ahora. Traer a la memoria la suerte de Borja y de Maldonado, a pedir salvoconducto...! A don Gabriel con esas Balandronadas. La inusitada sumisión que gasta, por otra parte, el hablar de él, da harto a conocer que el traidor no ve otro porvenir que agachar la cerviz al yugo, pues no lo tiene consultado a sus amigos hace tiempo si viene o no? Consulten ustedes a Espinel en puntos de honor... Puede también ser que Don Vidal no haya presentado la carta, por demasiado enérgica.

Si algo tuviere que decir el doctor Alvarado, por la imprenta: nada sacamos de la murmuración entre bastidores: las cosas me gustan mas claras que la luz del mediodía. Esclarezcamos lo confuso con lo de la razón; no seamos animales inmundos y feroces al mismo tiempo, como el lobo de Chorillos.

Dispensen los lectores que esta ruin materia vaya en lugar sobresaliente, cuando apenas le correspondía la trascasa


domingo, 4 de abril de 2010

Montalvo, entre la rebeldía y la literatura


Por: Xavier A. Andocilla R.

Un hombre de mirada tensa, frente amplia, cabellos ondulados, ojos negros y profundos rasgos mulatos era la identidad física de Juan Montalvo Fiallos, ambateño nacido el 13 de abril de 1832 y figura trascendental del pensamiento político y literario ecuatoriano.

Hijo de comerciantes, enfrentó una profunda discriminación de parte de las clases pudientes. Montalvo fue repudiado, en primer lugar, por tener en sus venas sangre mulata y, en segundo y principal término, por la posición política de corte liberal y anticlerical que asumió.

Juan Montalvo -Según Agustín Cueva- “fue un hombre como todos, pero apasionado, luchador y de gran talento” que le tocó vivir un momento de la historia ecuatoriana muy compleja; en esos tiempos se vivía un escenario de profundas luchas de clases, por un lado los terratenientes buscaban mantener a toda costa su poder y por el otro, la burguesía se levantaba en contra del feudalismo y pretendía imponer el liberalismo, ideología de la que era portavoz Montalvo.

La característica más llamativa de Juan Montalvo fue su actitud desafiante a las clases dominantes de ese entonces, en sus escritos se esbozaron el valor y se proponía  fustigar a dictadores, derrocar gobiernos ineficaces y autoritarios, y promulgaba acciones revolucionarias en contra del sistema feudalista.

Se inició como combatiente de la pluma en enero de 1866 cuando publicó “El Cosmopolita”, revista política que se editó nueve ediciones y que apareció a la luz pública con el objetivo de luchar ferozmente contra Gabriel García Moreno. Otro ejemplo de confrontación al estatus quo fueron sus escritos aparecidos en doce números de “El Regenerador”, páginas en las que azotó al presidente Borrero.   

Desterrado en varias ocasiones, utilizó como principal herramienta de lucha el ensayo, logró con éste género consolidar sus puntos de vista y denunció la esclavitud ideológica y material. Una de sus obras más importante se trata de una serie de ensayos denominados “Los Siete Tratados” los cuales fueron elaborados en Ipiales entre 1873 y 1875, y en los que se expone un sorprendente lenguaje polémico y literario.

Dejó impregnado en sus escritos no solamente frases elocuentes y con una prosa elegante, sino también se manifiestan importantes enseñanzas de rebeldía como las escritas en “las Catilinarias”. En sus doce capítulos esta obra realiza una dura crítica a la tiranía y la dictadura militar de Ignacio Veintimilla; a la vez, nos plantea importantes retos como la tan afamada frase “desgraciados los pueblos donde la juventud no se rebela contra el tirano y los estudiantes no hacen temblar la tierra”.

Juan Montalvo fue un rebelde de su tiempo, recogió los pensamientos progresistas de esos años y combatió a lo más atrasado de la época, se opuso a la dominación feudal y al clero, utilizó las herramientas que el desarrollo sociedad le permitió obtener.

Elaboró una alta producción literaria, su talento fue reconocido por grandes autores como Rubén Darío que señalo: “la belleza florestal de su lenguaje tiene la sabia de América. Su huracán es de la pampa, su tempestad es del trópico”. El 17 de enero de 1889 murió en París en la casa Nº 26 de la calle Cardinet.

   

viernes, 2 de abril de 2010

El Prometeo

Por: Xavier A. Andocilla R.

Ayer subí al Olimpo,

me tope con los dioses

de la tristeza y la soledad.

 

Como todos los altísimos,

pretendieron someterme,

pero al sentir mi rebeldía,

quisieron liquidarme,

y quitarme mi libertad.

 

El destino

unido con los villanos,

jugó sus dados

y aposto contra la ilusión.

 

Pero todos unidos

no pudieron arrebatar

los sueños y las esperanzas,

ni tampoco

degollar el futuro

y asesinar el presente.

 

Me levante desde las fauces

de los tiranos,

les miré directamente a los ojos,

y les robé la sonrisa

a los dioses de la tristeza y la soledad.

 

Baje al mundo de los mortales

y  les enseñe la sonrisa de los dioses,

en ese momento los mitos de los eternos

desaparecieron por la luz de las utopías.

 

Hoy somos libres,

la sonrisa ha gobernado el mundo

y los dioses de la tristeza y la soledad

han desaparecido del universo,

por fin ya nadie los recuerda,

ya nadie les guarda oración,

ya nadie les guarda devoción.

 

Quito,

Marzo 2010

Cuídate Mujer


Autor: Rafael Larrea.

¡Cuídate mujer del que te mima!

¡Cuídate de aquel que te suspira

Y no te conduce por el camino del combate

al mismo tiempo!

¡Cuídate del que dice amarte

y no te enseña amar la justicia!

¡Cuídate de los que te cuidan, mujer,

te quieren presa,

dormida entre las rejas de tu propio engaño!

 

Tu corazón y tu cuerpo, mujer,

Marionetas ni carruseles

donde se puede perder solo el aliento.

Tu voz, mujer, tus cabellos

son perfectas armas contra

 nuestros comunes enemigos.

Tus pechos dan de mamar al mundo que nace,

No al pasado que muere.

 

Y repítete, mujer, todas las noches

estos sencillos versos:

¡Bendito sea el esclavo que se rebela!

¡Glorificados sean el canto y la lucha

Por una nueva vida!

No tenemos otra vida, mujer,

ni otro sol,

ni otra alternativa.

en todos los rincones de la tierra

alguien lucha por su patria,

por la libertad, por la justicia,

por el pan y por la belleza.

 

Cantamos y luchamos

y nos reproducimos

en nuestros propios cantos y luchas.

Junto a un hombre,

una mujer levanta el fusil

y nace un nuevo mundo.

 

Junto a un hombre,

una mujer levanta al hijo

entre sonrisas.

Junto a una mujer,

el hombre empuja la palanca

del cambio necesario,

obligatorio.

 

¡Mitad del cielo,

únete a la mitad el mundo que pelea!

Estamos aquí los dos

y el enemigo tiembla.

Los dos tenemos un futuro

claro y sencillo.

 

Volveremos a amarnos

una y otra vez,

antes y después de los combates.

En los sueños

nuestros rostros conquistarán la tierra,

porque los dos tenesmos la razón!

porque los dos tenemos la fuerza!

 

 

Rafael Larrea, poeta de lo irreverente

Por: Xavier A. Andocilla Rojas 

Hace 15 años, el 22 de abril murió físicamente  Rafael Alejandro Larrea Insuasti, un revolucionario que supo vincular su sensibilidad y estética de artísta con su práctica política y militancia comunista. Sus letras irreverentes fueron dardos certeros contra lo establecido, sus versos se convirtieron en dedicatorias de rebeldía a las clases oprimidas y sus escritos fueron ejemplo de los hombres nuevos.

Rafael Larrea nació en septiembre de 1942, al llegar a la Universidad Central se vinculó con el movimiento artístico y literario autodenominado Tzántzico, que planteaba enlazar las características e identidades de los pueblos del Ecuador con una visión estética de izquierda y bajo el concepto del 'poder de la irreverencia'. La primera aparición de este movimiento fue en 1962 en un festival de poesía universitaria que se realizó en el Teatro Sucre; según Alfonso Murriagui, los Tzántzicos conocidos también como los reductores de cabezas,  “parodiaban los rituales de las tribus de Shuar, deciden reducir simbólicamente, las cabezas huecas y consagradas de los poetas y escritores que deambulaban por los corrillos artísticos y literarios”.

La obra poética de Rafael Larrea incluye escritos de rebeldía; en ellas demuestra una gran capacidad de profundidad y reflexión, en los que expones su condición de comunista íntegro. Su poesía está plasmada en seis libros: 'Levantapolvos', 'Nuestra es la Vida', 'Campanas de Bronce', 'Bajo el sombrero del poeta', 'Nosotros, la luna y los caballos', 'La casa de los siete patios'. Esta última obra fue publicada después de su muerte. Además escribió un sin número de canciones que hoy forman parte del repertorio musical de los pueblos del Ecuador tales como el "Capishca de la libertad", "La Negra Clara Inés", etc.

Su capacidad política y artística le permitió dar aportes trascendentales en la construcción del Centro de Arte Nacional y La Unión Nacional de Artistas Populares (UNAP). “El poeta, como cariñosamente lo llamaban, fustigó siempre a aquellos que pretendían artificiosamente separar las formas de la esencia, por ello, lucha y canto, poesía y propuesta, teoría y práctica, arte y política son en Rafael Larrea un todo” (Escritos Políticos de Rafael Larrea Insuasti, publicados por la Comisión para el Arte y la Cultura del PCMLE, colección 40 años del PCMLE, ediciones ERE, pág. 11)    

Desde joven fue militante del Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador, por su acción destacada  llegó a ser parte del Comité Central, del Buró Político y del Secretariado del Comité Central. Fue uno de los líderes en la construcción de la vanguardia de la clase obrera y sus escritos teóricos y políticos son importantes contribuciones para la acción del partido, de la militancia y las organizaciones.  Se convirtió en un líder de la propaganda de nuestro partido y por casi 20 años fue encargado del Semanario En Marcha, logró resumir la experiencia y los conocimientos adquiridos y conjuntamente a varios camaradas elaboró el Primer Manual de Propaganda revolucionaria del PCMLE.

Al cumplirse los 15 años de la muerte de Rafael Larrea, se lo recorda como un poeta de lo irreverente, un artista que canto contra el capital, un comunista destacado, un revolucionario creador y un político que antepuso los intereses de los trabajadores, la juventud y los pueblos ante los suyos.