domingo, 4 de abril de 2010

Montalvo, entre la rebeldía y la literatura


Por: Xavier A. Andocilla R.

Un hombre de mirada tensa, frente amplia, cabellos ondulados, ojos negros y profundos rasgos mulatos era la identidad física de Juan Montalvo Fiallos, ambateño nacido el 13 de abril de 1832 y figura trascendental del pensamiento político y literario ecuatoriano.

Hijo de comerciantes, enfrentó una profunda discriminación de parte de las clases pudientes. Montalvo fue repudiado, en primer lugar, por tener en sus venas sangre mulata y, en segundo y principal término, por la posición política de corte liberal y anticlerical que asumió.

Juan Montalvo -Según Agustín Cueva- “fue un hombre como todos, pero apasionado, luchador y de gran talento” que le tocó vivir un momento de la historia ecuatoriana muy compleja; en esos tiempos se vivía un escenario de profundas luchas de clases, por un lado los terratenientes buscaban mantener a toda costa su poder y por el otro, la burguesía se levantaba en contra del feudalismo y pretendía imponer el liberalismo, ideología de la que era portavoz Montalvo.

La característica más llamativa de Juan Montalvo fue su actitud desafiante a las clases dominantes de ese entonces, en sus escritos se esbozaron el valor y se proponía  fustigar a dictadores, derrocar gobiernos ineficaces y autoritarios, y promulgaba acciones revolucionarias en contra del sistema feudalista.

Se inició como combatiente de la pluma en enero de 1866 cuando publicó “El Cosmopolita”, revista política que se editó nueve ediciones y que apareció a la luz pública con el objetivo de luchar ferozmente contra Gabriel García Moreno. Otro ejemplo de confrontación al estatus quo fueron sus escritos aparecidos en doce números de “El Regenerador”, páginas en las que azotó al presidente Borrero.   

Desterrado en varias ocasiones, utilizó como principal herramienta de lucha el ensayo, logró con éste género consolidar sus puntos de vista y denunció la esclavitud ideológica y material. Una de sus obras más importante se trata de una serie de ensayos denominados “Los Siete Tratados” los cuales fueron elaborados en Ipiales entre 1873 y 1875, y en los que se expone un sorprendente lenguaje polémico y literario.

Dejó impregnado en sus escritos no solamente frases elocuentes y con una prosa elegante, sino también se manifiestan importantes enseñanzas de rebeldía como las escritas en “las Catilinarias”. En sus doce capítulos esta obra realiza una dura crítica a la tiranía y la dictadura militar de Ignacio Veintimilla; a la vez, nos plantea importantes retos como la tan afamada frase “desgraciados los pueblos donde la juventud no se rebela contra el tirano y los estudiantes no hacen temblar la tierra”.

Juan Montalvo fue un rebelde de su tiempo, recogió los pensamientos progresistas de esos años y combatió a lo más atrasado de la época, se opuso a la dominación feudal y al clero, utilizó las herramientas que el desarrollo sociedad le permitió obtener.

Elaboró una alta producción literaria, su talento fue reconocido por grandes autores como Rubén Darío que señalo: “la belleza florestal de su lenguaje tiene la sabia de América. Su huracán es de la pampa, su tempestad es del trópico”. El 17 de enero de 1889 murió en París en la casa Nº 26 de la calle Cardinet.

   

3 comentarios:

  1. VELADA DE UN ANHELO INSOSTENIBLE

    Solamente por un momento...



    Ella, enhebra todas sus intenciones al sol,

    sola, se deleita con sus sentidos lascivos,

    tiene, un lunar debajo del vestido,

    oye, un murmuro que galopa por delirios...



    yerra, por adivinar quien anda “perdido”,

    espera, encontrárselo “bien servido”,

    nutre, de ansiedades sus malicias,

    acecha, los surcos de las cantinas...



    menea, las sombras de su cintura,

    opaca, matorrales de lujurias,

    ruboriza, otras “mejillas” de madera,

    anhela, ser tocada por discreta...



    desfallece, cuando siente mis manjares, a

    oscuras, alborozados nos husmeamos,

    dichosos, el sereno extinguimos,

    emigra, en mi aliento a la censura, vileza...

    ............

    turba, los eclipses de mis ojos,

    imprudente, ha olvidado su memoria,

    poema, se cicatriza en sus venas,

    rebusca, en su semblante mis caricias, morena...



    odia, ser la turca de la vida,

    faja, la tierra a sus molduras,

    une, la lluvia a sus pupilas,

    narra, el silencio de su ira, castiza...



    descubre, los espasmos de la luna,

    augura, la bonanza de las esquinas,

    menoscaba, la dignidad por la fortuna,

    embelesa, las sotanas licenciosas, cadavéricas...

    ............

    ninfómana, soy el mismo de tus “copas”,

    teñiste, con tu “chorro” mi boca,

    exoraste, por mi lengua en tu “proa”,

    mordiste, como siempre mis corvas, ese muslo...



    impregnaste, tus hormonas en mis llagas,

    amargando, al ayuntador de las “citas”, tolerantes...



    medraste, por un anhelo insostenible,

    ofuscando, la sensibilidad de una criatura, tu hijo...

    ............

    rayuela... rayuelo... qué hemos tenido...

    2001 – VIII – 06 01:23 a.m.

    VÍCTOR ABEL NIQUINGA RUIZ

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  2. "Dadme una Patria libre, digna, ilustrada, y soy ecuatoriano; de lo contrario me quedo sin Patria, porque el hombre de bien no lo tiene sino donde impera la virtud" (Juan Montalvo)
    Les comparto el pensamiento de Montalvo para que lo recordemos y estimemos como se merece. es uno de los grandes del continente.

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