Por: Xavier A. Andocilla R.
Déjame uniformarme
con los colores de tus sentimientos,
déjame que me arme
con tus pasiones y deseos,
déjame ser el soldado de tú corazón.
El soldado
que lucha contra lo establecido,
el individuo que se rebela contra la soledad,
aquel con el que puedas fantasear.
Permíteme defender tus sueños,
por que yo te dejare
que defiendas los míos.
Juntos enfrentaremos el pasado,
y caminaremos en los senderos del futuro.
Para nosotros
la destrucción del ayer,
significara la construcción del mañana.
Vivamos el momento,
imaginemos una realidad
en la que tú y yo
seamos sinceros y libres,
pero sobre todo…
libres y sinceros.
Quito, Junio 2009
Me encantó!
ResponderEliminarF: Renata
Muy bueno el poema gordo, considero que esta muy bien elaborado, la aplicación de los recursos litararios son apropiados y muy bien ubicados, chevere pana
ResponderEliminar